En los cuatro últimos meses hemos organizado actividades en Vitoria-Gasteiz para mostrar a la ciudadanía el papel de la Arqueología y la Historia en los procesos de construcción social de la memoria: un congreso internacional de Arqueología de la Guerra Civil, un curso cultural en el Centro Cívico Aldabe, conferencias, y el diseño de visitas guiadas por la ciudad. Hoy recorrimos el actual campus universitario y aledaños con asiduos jubilados y jubiladas de la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. Todos ellos mostraron indignación y rabia por el acto perpetrado en el antiguo Banco de España por el presidente del Reino de España, con su séquito de ministros y ministras, con el lehendakari tragándose un sapo de los grandes.
Mariano podía ser la portada de una reedición de la maravillosa novela de Kundera El libro de la risa y el olvido. Podía ser un corresponsal del ABC, el de la Sevilla de Queipo de Llano. Un periódico de esos en los que está la sección Madrid y la sección Provincias. Mariano sólo habla castellano, y mal (los participios correctamente pronunciados no van con él, porque va sobrao). A un ex-vicepresidente de la Xunta que nunca pronunció una palabra en gallego no se le puede pedir que entienda que en Euskadi se hablan varios idiomas. Esa placa monolingüe es el reflejo material de cómo ve España la ultraderecha instalada en el PP y en el Gobierno de la Nación. El despropósito electoralista para calmar a la caverna ha sido tan grande que la placa provisional ya ha sido retirada. Un ejemplo soberbio de populismo efímero.
Pero hay más. Don Mariano el Nmotécnico se ha convertido en un adalid de la recuperación de la memoria, como os lo cuento. Una memoria en la que no entran las víctimas del 3 de Marzo, sí, aquellos obreros masacrados en la iglesia de Zaramaga. Probablemente Marianico el Corto nunca haya escuchado las grabaciones de la propia Policía Nacional ese 3 de marzo, cuando reconocen haber disparado 1000 tiros, haber gaseado el templo y haber cometido una masacre. Como tampoco las debió de escuchar el mentor de Rajoy, el ex-ministro franquista Manuel Fraga Iribarne, co-responsable de esas muertes. Estos que se han puesto a recordar, mira tú por dónde, son los mismos que tiene secuestrado en TVE un magnífico documental sobre lo que pasó el 3 de Marzo. Nunca se emitirá en TVE no vaya a ser que Martín Villa se sienta ofendido.
Como en la canción de Celtas Cortos, Mariano se ha puesto a recordar, por fin. No se acuerda de las víctimas del franquismo de las que no quiere saber nada (a diferencia del PP alavés que sí ha condenado esos crímenes) Se acuerda sólo de las víctimas de ETA. Porque ya se sabe, todo es ETA. Y Mariano quiere un Memorial de Víctimas del Terrorismo de ETA, hermanado con otro de víctimas del Yihadismo en Madrid. Es lo que tiene la Cruzada, la Guerra Santa.
En Euskadi, en Gasteiz, la ciudadanía quiere un Memorial sobre toda la violencia política del siglo XX. Porque aquí sí que hay voluntad real de recordar.
En la visita de hoy recordamos el papelón jugado por la Iglesia en Vitoria-Gasteiz, con la cárcel femenina instalada en las carmelitas del Sagrado Corazón, y con la cárcel de hombres en el convento de los carmelitas descalzos. Aquí recordamos cómo, tras un bombardeo republicano sobre Gasteiz, el Diputado General de Álava, el republicano, Teodoro Olarte, fue sacado de la cárcel en la madrugada del 18 de septiembre de 1936. Recordamos cómo fue torturado y brutalmente asesinado cerca de Miranda de Ebro.
En la visita de hoy también hicimos una parada en el sitio exacto del campus en donde un monolito recuerda el asesinato por ETA de Fernando Buesa y su escolta, el ertzaina Jorge Díez. Fernando Buesa fue Diputado General de Araba (1987-1991). Dos diputados elegidos democráticamente, asesinados en la misma ciudad, en fechas diferentes, por individuos distintos. Esta es la microhistoria que hay que explicar. Esto es lo que se hace en sociedades libres y democráticas, en las que no se juega con las víctimas por un infame manojo de votos. Esto es crear un cóctel molotov, un auténtico, repugnante y vomitivo cóctel Marianito.
Delante del busto de Lauxeta (poeta y periodista del PNV fusilado en las paredes del cementerio vitoriano de Santa Isabel en junio de 1937), les recordé a los participantes el epitafio grabado en el nicho de Manuel Fraga: Bo e xeneroso. Un verso extraído del himno gallego. Bueno y generoso.
Esta buena gente gasteiztarra, a derecha e izquierda, no se lo podía creer.